martes, 9 de agosto de 2016

COMER EN FAMILIA

Comer en familia es un hábito saludable que se está perdiendo por culpa del ritmo al que nos someten las demandas de la vida moderna. Las exigencias ambientales actuales nos llevan a caer en rutinas que nos parecen “normales” pero que a nuestros abuelos les resultarían aberrantes y dañinas. Que nuestros hijos almuercen en el comedor de la guardería o del centro educativo en el que estudian (por supuesto sin menospreciar la calidad de dichas comidas, que suele ser buena), o que se vayan con la comida a su cuarto para poder seguir enganchados a la partida del videojuego, o que nosotros comamos malamente en la oficina con prisas y olvidándonos de la importancia que tiene una dieta equilibrada para salvaguardar nuestra salud física y mental, son nuevas prácticas frecuentes que tienen sus consecuencias a corto y largo plazo. Los malos hábitos alimenticios no son inocuos y repercuten en la educación, el rendimiento académico y la salud de nuestros hijos. El problema es que los padres tenemos que ser los primeros en dar ejemplo a la hora de transmitir costumbres saludables.
 
 

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