jueves, 23 de febrero de 2017

PSICOLOGÍA ES CIENCIA

Nunca he confiado en la psicología, pues no acabo de creer que una enfermedad mental se pueda curar simplemente hablando. Usted está considerado como el mejor psicólogo de esta ciudad, por ello ¿me podría explicar cómo se cura una enfermedad mental simplemente hablando con los pacientes? (Ángeles, Córdoba).
 Lo que usted comenta es un tópico simplista y desgraciadamente muy extendido, que es producto del desconocimiento que muchas personas poseen sobre la labor que los psicólogos realizamos. Lógicamente, hablar alivia, pero con sólo hablar no se resuelven los problemas, ojalá las cosas fuesen así de fáciles. Por eso, la labor del psicólogo no es (o al menos no debería ser) la de un filósofo, ni la de alguien que sólo suelta sermones, ni la de una especie de chamán que aplica terapias alternativas sin fundamento empírico, sino la de un profesional que aplica métodos cuya efectividad está basada en la evidencia científica. Métodos reflejados en las principales guías internacionales de práctica clínica, como la del National Institute for Health and Care Excellence (NICE). No estamos hablando de creencias ni de especulaciones, sino de ciencia aplicada.
 

BULLYING HOMOFÓBICO

Lo he dejado con mi novio, y ahora él pasa de mí, sale, se divierte, se va con otras niñas y yo estoy desesperada y hundida, necesito ayuda (Rocío, Córdoba).
Te recomiendo que acudas a la consulta del psicólogo. Aprenderás a aplicar las estrategias adecuadas para restituir tu equilibrio, así como técnicas apropiadas para superar el duelo y para fortalecer tu autoestima. A veces, de manera metafórica, comento a mis pacientes que la vida es como una "serie de televisión" que se compone de varios capítulos, y cada vez que se inicia un capítulo nuevo se abre ante nuestros ojos un amplio y prometedor horizonte que merece la pena ser explorado. Hay que aprender a desapegarse del pasado y a vivir el presente, para no perderse un sólo minuto del milagro de la vida.

 

LA HOMEOPATÍA NO CURA LA DEPRESIÓN

Me gustaría saber su opinión acer-ca de la eficacia de la homeopatía para curar la depresión. Gracias. (Alberto, Rute)
En el siglo XVIII el médico alemán Samuel Hahnemann que ante la incapacidad de la medicina tradicional de su época para curar muchas enfermedades, tuvo la ocurrencia de plantear una  nueva medicina basada en que "lo parecido cura a lo parecido", y además, se necesita una muy escasa cantidad de esa sustancia para conseguir el efecto necesario. O lo que es lo mismo, según la homeopatía se puede restablecer el equilibrio del organismo enfermo aportando una cantidad pequeñísima de una sustancia que supuestamente provocará una serie de reacciones que posibilitarán la curación del enfermo. Estas sustancias o fármacos  homeopáticos se diluyen en agua, y esa disolución se vuelve a diluir, y así sucesivas veces hasta alcanzar una proporción ínfima de esa sustancia, de manera que se supone que no será perjudicial para el organismo, pero que en contrapartida se da por hecho que va a restablecer el equilibrio. Por ello, en realidad en los preparados homeopáticos no existe ningún principio activo, pues las  disoluciones empleadas son cercanas “al infinito”, lo que implica que en la disolución no quedan trazas del compuesto empleado. Entonces ¿cómo se puede producir curación de la depresión si no hay medicina? Desde mi punto de vista, de ningún modo; es decir, la homeopatía no cura la depresión, ni cura nada. La homeopatía no tiene ningún efecto en el paciente más allá del efecto placebo. Mi apreciación es que lo que entendemos por homeopatía constituye una forma de pseudomedicina para la cual no hace falta tener demasiado conocimiento médico y que en realidad cualquier persona incluso sin titulación puede ejercerla como homeópata, ya que el tratamiento se basa en hacer una serie de preguntas y en aplicar una lista de posibles medicamentos  “repertorio”.

SÍNDROME DE ABSTINENCIA POR PSICOFÁRMACOS

¿En qué consiste el síndrome de abstinencia de los ISRS, cuanto tiempo dura? (Mari Carmen, Córdoba)El síndrome de abstinencia es una respuesta del organismo a la necesidad de la sustancia química que ha sido objeto de adicción. Es decir, el cerebro necesita seguir consumiendo la sustancia que le producía cierto bienestar o le evitaba sentir malestar. En el caso de los ISRS (antidepresivos de la familia de los inhibidores de la recaptación de serotonina), los síntomas más frecuentes son alteración del ánimo, ansiedad, irritabilidad, alteraciones sensoriales, problemas de sueño, etc. Más o menos lo mismo que ocurre con cualquier sustancia adictiva, ya sea legal o no legal. Por eso, el consumo debe abandonarse de forma progresiva para desacostumbrar al organismo a dicha sustancia, no es conveniente retirar el medicamento bruscamente a fin de evitar el posible síndrome de abstinencia. Cuando éste ocurre, en la mayoría de los casos el paciente suele notar sus efectos durante una semana, aunque puede prolongarse durante varios días más. De todos modos, el síndrome no aparece siempre en todas las personas, su frecuencia varía dependiendo del tipo de ISRS y de la respuesta de cada organismo. Por todo lo anterior, para la mayoría de los trastornos psicológicos, los tratamientos mediante terapia psicológica son los más recomendados por las organizaciones sanitarias internacionales por el hecho de que no tienen efectos secundarios indeseados a la vez que suelen ser los más eficaces.

TRATAMIENTO DE ELECCIÓN PARA LA DISTIMIA

Diagnosticada de distimia, en tratamiento con Citalopran 30 mg cerca de 2 años sin mejoría significativa, un nuevo psiquiatra me dado un tratamiento que mantiene Citalopran 30 mg, Irenor 4 mg y Mirtazapina 15 mg. ¿No son muchos 3 antidepresivos? (Antonio, Sevilla).
Pues sí, parecen muchos, aunque eso lo tendrá que valorar el psiquiatra. Será él quien sopese si todos ellos le ayudarán a mejorar su estado de ánimo y a sopesar los posibles efectos secundarios de los mismos. Lo que me llama la atención es que tras casi dos años usted sigue padeciendo el trastorno, a pesar de que la distimia suele remitir bien cuando es tratada adecuadamente. Es decir, la distimia es un trastorno que tiende a cronificarse si no se trata o se trata mal. El tratamiento de elección según la evidencia científica consiste en la aplicación de un programa de terapia psicológica de corte cognitivo-conductual, en combinación con un programa de adquisición de hábitos saludables (una alimentación equilibrada, práctica regular de ejercicio físico, etc). La mayoría de los casos remiten de este modo si el psicólogo hace bien su trabajo y si los pacientes siguen disciplinadamente las recomendaciones de éste. En caso de que todo lo anterior no funcionase, algo que ocurre en muy pocos casos, pasaríamos al “plan b” que consistiría en la prescripción de un tratamiento a base de psicofármacos a cargo del psiquiatra. Esto es lo que recomiendan las principales guías y organismos internacionales, como el NICE británico (The National Institute for Health and Care Excellence).

miércoles, 15 de febrero de 2017

HOMEOPATÍA Y FRAUDE

Me gustaría saber qué piensa usted de la homepatía para el tratamiento de las enfermedades mentales. Gracias. (Alberto, Écija)
Mi opinión es la que he manifestado desde hace muchos años: opino lo mismo que opina la comunidad científica, en casi todas las partes del mundo, es decir, que la homeopatía no tiene un efecto mayor que el placebo. Hace más de una década la revista The Lancet publicó un artículo titulado
El fin de la homeopatía. En la actualidad, tan solo la propia comunidad homeópata se niega a reconocer que estamos ante el fin de una disciplina que no tiene un apoyo empírico, aunque como es lógico ella no constituye el grupo de opinión más objetivo en estos temas.
 
 

VALORES

Vivimos en una sociedad en la que la buena educación, la cultura, la honestidad, la solidaridad, el respeto y la calidad humana parece que son valores que importan cada vez menos. Si tienes dinero eres guapo, sexi, inteligente, admirable, buena persona y todos te quieren y valoran “por lo que eres”... Poderoso caballero es don dinero.