ANSIEDAD Y LORAZEPAM

Desde hace muchos años tengo ansiedad y ya ni con lorazepam evito las crisis.  Me gustaría dejar las pastillas, pues me da miedo seguir medicándome. ¿Cómo puedo salir de este infierno? (Isabel, Córdoba).
Lo he dicho muchas veces: para superar los problemas de ansiedad, el tratamiento de primera elección y que produce los mejores resultados tanto a corto como a largo plazo es la terapia psicológica de corte Cognitivo-Conductual aplicada por un psicólogo especializado en este tipo de trastornos. La ansiedad suele remitir bien y tener buen pronóstico si se dan los pasos adecuados, y la psicoterapia cognitivo-conductual le ayudará con relativa facilidad a superarla  sin necesidad de acudir a los psicofármacos. Eso sí, asegúrese de que el psicólogo cuente con acreditación sanitaria antes de que alguien le proporcione pautas a seguir para resolver su problema...

 

 

DÍA DEL ORGULLO GAY

Hoy se celebra el día del orgullo gay u orgullo LGBT, con el que se pretende concienciar a las personas para que nunca se avergüencen de lo que son, y para que se respete la dignidad intrínseca de todo ser humano, que no debe verse afectada por su conducta ni orientación sexual. Nadie es mejor que nadie por su condición sexual, a pesar de que en pleno siglo XXI aún existen 78 países a nivel global que penalizan las relaciones consensuales entre personas del mismo sexo con cárcel, e incluso la muerte. Según un estudio de la Agencia para los Derechos Fundamentales de la Unión Europea, casi la mitad de los homosexuales y transexuales europeos se sintieron discriminados en el último año por su orientación sexual o identidad de género, el 26 % sufrió agresiones o amenazas en los últimos cinco años y el 66 % tiene miedo a darse la mano con su pareja en público.

 

 

CONTACTO FÍSICO EN LA PSICOTERAPIA

Un psicólogo al que estuve yendo hace unos meses me dijo que dentro de su programa de tratamiento incluía pautas orientadas a perder el miedo al contacto físico mediante masajes especiales que él me daría para así habituarme al contacto físico y que me servirían para superar mis miedos. ¿Esto es normal? (Carmen, Sevilla)
Pues no, no es normal. No conozco ningún tratamiento psicológico que esté avalado por la evidencia científica que incluya la práctica de masajes corporales. Existen otras disciplinas como la fisioterapia que sí tienen establecidos protocolos que incluyen masajes corporales con el fin de lograr objetivos relacionados con su actividad: la rehabilitación, el tratamiento del dolor, etc. Pero masajes corporales aplicados por un psicólogo legalmente acreditado con el objetivo de superar miedos e inseguridades... no los conozco.

 

COACHING Y PSICOLOGÍA

¿Cuál es la diferencia entre Coaching y Psicología? (Antonio, Córdoba)
En la actualidad el coaching se ha puesto de moda y la frase “pon un coach en tu vida” cuenta cada vez con más partidarios que defienden esta doctrina como la panacea snob y desenfadada que solucionará los problemas de la gente. Realmente, el coaching como tal es un simple diálogo en el que un supuesto profesional trata de motivar a un cliente para que haga lo que se supone que él desea hacer, algo que "per sé" ya está incluido entre las muchas funciones que a diario lleva a cabo cualquier Psicólogo.
Pero aquí la clave es marketiniana, por cuanto cualquier persona puede practicar pseudopsicología del coaching y autodenominarse psicoterapeuta, sin necesidad de ser psicólogo y sin la preparación y permisos legales necesarios para ello. Es como aplicar la medicina sin estudiar la carrera, y encima decir que ello es mejor que lo que hace cualquier médico oficial. Un chollo para el que no sabe a qué dedicarse en la actual situación de crisis económica. De este modo, la popularidad del término coaching se une a su falta de regulación legal. Así, si a Pepe, el dueño de la zapatería de la esquina le va mal su negocio, no tiene que hacer nada para ser coach, simplemente autocatalogarse de que lo es, o hacer un cursillo no reglado de unos cuantos fines de semana y comenzar a facturar a costa de la ignorancia y la desesperación de la gente.
Al comienzo de esta moda, y dado que el coaching estaba únicamente enfocado a las empresas y al deporte, parecía coherente que un "coach" procediese de estudios tales como Psicología, Empresariales, Derecho, o similares. Hoy en día da igual; hay coaches que ni siquiera han terminado el bachiller y que logran facturar un buen dinero gracias al vacío legal existente, algunos incluso aplicando subnormalidades y doctrinas tan degeneradas y tan exageradamente pervertidas, que no hay nada de Psicología en lo que hacen.

 

 

TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN CON HIPERACTIVIDAD

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) es uno de los problemas más polémicos y que más debate han suscitado entre los profesionales de la psiquiatría y la psicología, por dos motivos. En primer lugar porque para muchos es uno de los ejemplos más claros de lo que significa sobremedicar o abusar de los psicofármacos. Y porque además, afecta a las personas más indefensas: los niños. Curiosamente, hay lugares en los que coincidiendo con la existencia de clínicas psiquiátricas potentes en las que se receta Concerta (un fármaco para tratar el TDAH), se estima una tasa de niños hiperactivos cercana al 30%. Me da la sensación de que a este ritmo, pronto parecerá que lo normal es ser hiperactivo... y quizás sean los demás los que tengan que ser medicados.

CUANDO CAMBIAR ES POSIBLE

En ocasiones tengo que atender en consulta a personas que han sido condenadas por la Justicia. Personas a las que una decisión judicial les cambió la vida, que pasaron por mi despacho tras haber sido señaladas, privadas de libertad o tratadas como delincuentes, a veces sin serlo. Si el supuesto infractor fue condenado por violencia de género, la cosa se complica aún más por cuanto el rechazo social y el estigma es mayor, y además el trato especial que en la cárcel recibe por parte de sus compañeros y del funcionariado público constituye una condena adicional. Recuerdo la “terapia psicológica” que le propinaron a un paciente mío (al que siempre siempre consideré inocente y como psicólogo forense así se lo manifesté al juez) en la cárcel donde estuvo recluso por haber sido condenado por violencia de género. No voy a culpar a nadie por estas cosas ni por el daño que le hicieron, ni en este momento voy a criticar un sistema que tiene sus luces y sus sombras. Pero sí os diré que todas las personas merecen respeto y una oportunidad. Pienso en hombres y mujeres que cambiaron su rumbo, que aprendieron de sus errores y que con ayuda profesional lograron dar un giro radical a sus vidas encontrando un camino de esperanza. Lo he dicho muchas veces: cambiar es posible.

SOY INSEGURO

Soy un chico de 24 años muy inseguro, sobre todo en mi relación con las chicas. Cuando conozco a una persona a la que le gusto y ella me gusta siento que me dejará de querer y que me voy a quedar solo de nuevo, y lo paso muy mal. A veces pienso que no le voy a gustar nunca a nadie. En resumen, soy muy inseguro de mí mismo y esto me hace sentir muy mal (Carlos, Úbeda).
Lo primero que debes hacer es conocerte, valorarte y quererte más, pues de lo contrario será difícil... que ellas te valoren y te quieran. Estoy seguro de que tienes buenas virtudes que probablemente estás pasando por alto y que de aprovecharlas te aportarían buenas dosis de autoestima y seguridad en ti mismo. Si no usas tus cualidades es como si no las tuvieras, y tu potencial estará mermando. Tenlo claro: las personas no nacen inseguras, sino que se hacen a medida que van creciendo. Los seres humanos se van convirtiendo en seres temerosos a base de experiencias negativas y de una educación restrictiva e incorrecta. Por ello, igual que aprendimos a ser inseguros podemos aprender a querernos y a valorarnos. Con un entrenamiento psicológico adecuado te será posible avanzar en este campo. Cambiar es posible, como psicólogo lo constato a diario en mi consulta.

 

 

CONSULTORIO Nº 194

Os dejo el consultorio del número 195 de la revista Aires de Córdoba. Feliz semana...

MI PAREJA ME PIDE TIEMPO

Mi pareja de hace 3 años me pide estar solo, que necesita saber qué quiere hacer con su vida. Que duda de sus sentimientos por su exmujer con la que tiene un hijo, que ya no siente lo mismo por mí después de tantas discusiones que hemos tenido.
Hace una semana pasamos tres días juntos y me presentó a su familia, si ya tenía dudas no sé por qué hizo eso. Estuvimos genial, y al volver me soltó lo mismo. Es muy frío, no le reconozco y no entiendo cómo he podido pasar d...e ser el amor de su vida, que por mí se moría, a ser nada y que no le importe.
Tampoco me deja claro ni que vaya a volver con ella ni que me deje a mí, que necesita estar solo y que pase el tiempo, y también añade que quiere olvidarme. Pero es como si dejara una puerta abierta. Siempre me ha tenido así y volvía a mí cuando quería, siempre detrás. Por eso dudo de si esta vez será la definitiva o pretenderá volver a mi vida cuando se le antoje o cuando le salga mal de nuevo con la ex, o no sé. Ayuda por favor (Susana, Sevilla).

Creo que después de tres años, tu chico ya ha tenido tiempo de sobra para aclararse. Si él toma esta actitud es porque tú se lo permites. Y se lo permites porque te valoras poco, porque probablemente te conoces poco y tu autoestima es baja. La actitud de él te está creando una incertidumbre permanente, a la vez que te hace sentirte pequeña e insegura. Por ello, estás actuando con dependencia ante una relación que a nada te está llevando. Te recomiendo que acudas a la consulta de un Psicólogo. Aprenderás la diferencia entre dependencia emocional y amor. Te darás cuenta de que cuando una persona ama a otra evita crear inseguridad y muestra una actitud de cercanía e interés, en lugar de frialdad e indiferencia. Cuando una persona se interesa por otra no siente la necesidad de dejar pasar el tiempo para intentar olvidar, sino que procura buscar momentos para compartir y para la complicidad en pareja, independientemente de que también, si se desea, haya momentos para la intimidad personal y la soledad. El refuerzo intermitente (te tomo y te dejo a mi antojo y de manera aleatoria) constituye una estrategia poco ética practicada por muchas personas, y personalmente considero que se trata de una forma de maltrato psicológico en toda regla.

 

EL MALTRATO A HOMBRES

Aunque la incidencia es mucho menor que en el maltrato a mujeres, el problema existe y lo padecen muchas personas. Mi percepción subjetiva es que, en general, ellas son más sutiles y menos físicas en la forma de maltrato, aunque hay de todo. Recientemente he atendido en consulta varios casos de violencia física y/o psicológica a hombres por parte de sus parejas, y os aseguro que las consecuencias para ellos son al menos tan dramáticas como cuando las maltratadas son ellas. Las secuelas a corto y largo plazo pueden llegar a ser muy severas.
MALTRATO A HOMBRES, UNA VIOLENCIA INVISIBLE

MI NOVIO MIRA A OTRAS MUJERES

Tengo una relación con mi novio de varios meses, y hace tiempo que pasa lo mismo: cuando vamos por la calle y pasa una chica atractiva, se queda mirando para ella e incluso se gira para verla por detrás. A mí me sienta fatal, y él me dice que no me tengo por qué enfadar, que no pasa nada por mirar, y dice que son celos míos.
Yo nunca he sido celosa, no me importa que hable con chicas, o que quede con amigas (aunque no se ha dado el caso), no me preocupo cuando no está conmigo... Vamos, que no soy la típica persona celosa, sólo me pasa cuando hace esto, me parece que es una falta de respeto hacia mí, porque yo estoy al lado, y debería estar más atento a mí y no mirar tanto a las demás, ¿no? A no ser que no me quiera lo suficiente, y me esté mintiendo... Aunque por lo general sí me demuestra que me quiere... Necesitaría la opinión de un profesional, para ver si la que necesito ayuda soy yo. Gracias (Patricia, Sevilla)

El comportamiento de tu pareja no significa que no te quiera ni que te sea infiel, pero denota desconsideración hacia ti por cuanto es un detalle de mala educación. Él trata de justificar su actitud alegando que son celos por tu parte, pero tú te das cuenta de que en realidad te está faltando el respeto, por lo que por mucho que te diga que son celos es totalmente normal que te sientas mal. Te recomiendo que hables con él, explicándole cómo te sientes cada vez que eso pasa y pídele que cambie su forma de actuar.

 

NO ME SIENTO VALORADA EN EL TRABAJO

Estoy de cara al público, encargada y única empleada de tienda. En el contrato estoy como auxiliar de taller, categoría mínima del convenio y cobrando lo mínimo. El estrés y la carga de trabajo que manejo, sumando con la impotencia y la rabia que siento por no ser valorada, me hacen sentir ganas de tirar la toalla. ¿Qué debo hacer? (Claudia, Madrid).

Según Festinger, cuando hay un esfuerzo o se produce un coste, lo consistente es que a este costo o penalidad le siga ...una recompensa proporcional y apreciable. Toda persona busca el éxito,[que no es otra cosa que la recompensa ante el esfuerzo. Por el contrario, el fracaso es disonante; ocurre cuando al esfuerzo o coste no le sigue la recompensa adecuada.
En una época en la que el trabajo escasea, muchos trabajadores no se atreven a reivindicar sus legítimos derechos por temor a poner en riesgo su empleo. Esto lo saben los empresarios y no pocos se aprovechan de esta circunstancia. El problema es que el miedo paraliza e inhibe. Vivir con miedo implica la posibilidad de caer en conformismo, con el consiguiente sentimiento de frustración ante una situación que se percibe como injusta e incoherente. Esa disonancia cognitiva produce tensión y desarmonía internas, y la cronificación del estrés puede llegar a ocasionar psicopatologías como ansiedad, distimia y depresión.
Mi recomendación es que hables con tu jefe, exponiendo tu situación con tranquilidad. Si no llegas a un acuerdo satisfactorio, quizás debas replantearte tu situación, barajando la posibilidad de ir buscando una alternativa mejor que la que tienes. El trabajo es un área de identificación importante para las personas a la que le dedicamos muchas horas de nuestra vida, por lo que lo ideal sería trabajar en aquello que nos entusiasme y nos haga feliz. Pero si ello no es posible por las restricciones del mercado laboral, al menos hay que procurar que el trabajo no se convierta en un suplicio diario que nos despierte sentimientos negativos que pueden acabar lastrando nuestra salud física y emocional.