miércoles, 11 de enero de 2017

MEDIOCRES

En una ocasión oí a Emilio Duró decir de manera humorística que en nuestra especie los que progresan no son los más válidos y  brillantes, sino que los que a través de la evolución tenían más posibilidades de sobrevivir y llegar lejos eran aquellos que no tenían escrúpulos, por cuanto lograban  adaptarse mejor al terreno a cualquier precio. ¿Qué opina usted al respecto? (Jordi, Jaén).
Yo también se lo he oído decir. Según él, son de esos últimos de quienes mayoritariamente provenimos quienes vivimos en la actualidad, pues se supone que los “buenos” tenían más probabilidad de ser eliminados por la acción de los menos sensibles y misericordiosos. En esta línea, me sorprende a menudo cómo personas mediocres, envidiosas y resentidas son capaces de abrirse paso sin hacer prácticamente nada, tan sólo parasitando el talento de personas más brillantes, aprovechándose de los logros de aquellos individuos que son más inteligentes, creativos y bondadosos. Éstos últimos en muchas ocasiones no progresan porque levantan envidias y son neutralizados de manera ruin por quienes no son capaces de brillar como ellos. Sin embargo, las medianías a menudo trepan a sus anchas sin que los demás les presten atención, por cuanto a priori no parecen suponer una amenaza para nadie.El problema es que como no poseen el suficiente talento, buscan incansablemente la consecución de sus objetivos a través de la reserva, de la traición, de la manipulación, del victimismo, del chantaje emocional y del “divide y vencerás”.Cuando logran el éxito aplicando estas estrategias en el entorno laboral, blindan su posición rodeándose de subalternos inútiles y grises, que actúan en equipo de forma arbitraria, injusta, despótica e incluso cruel. Y en el ámbito afectivo suelen buscar parejas necias, vulgares y tan mediocres o más que ellos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario