Los niños aprenden lo que ven, y los padres representan un modelo
fundamental en el que los hijos se miran a la hora de desarrollar hábitos y
conductas saludables. Si los padres se hablan a gritos e insultos delante de sus hijos, éstos
aprenderán que lo correcto es comunicarse de ese modo. Si los padres utilizan
el teléfono móvil mientras están comiendo, los niños harán lo mismo. Si los
padres no hacen ejercicio y no se alimentan bien, el aprendizaje de los hijos
irá en la misma línea. Y así con casi todo... A mi consulta a menudo acuden
personas con problemas de depresión que tuvieron algún progenitor depresivo,
personas inseguras cuyos padres temerosos los sobreprotegían, personas con
problemas de insomnio cuyos padres trasnochaban o se quedaban durmiendo con la
tele puesta, agresores que fueron maltratados cuando eran niños…
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