lunes, 16 de mayo de 2016

ASEXUALIDAD

Toda mi vida he tenido muy poca necesidad de mantener sexo con otras personas. Llevo diez años con mi pareja y ella ha decidido poner fin a nuestro matrimonio porque apenas tenemos encuentros sexuales. El problema es que ni por esas me siento motivado suficientemente como para cambiar mi actitud, a pesar de que lo he intentado muchas veces y a pesar de que siento que la sigo queriendo. Sin embargo, a veces siento necesidad de masturbarme, por lo que ni yo mismo me en...tiendo. No sé qué puedo hacer (Antonio, Córdoba).
Existen estudios que aseguran el que 1% de la población humana es asexual, es decir, no siente interés o atracción sexual ni por hombres ni por mujeres. Ello no significa que estas personas hayan elegido libremente vivir sin sexo, como ocurriría con las personas célibes. Ni tampoco que tengan aversión o rechazo al sexo, ni que su situación esté relacionada con episodios traumáticos o fobias. Hay personas que sí tienen deseo sexual pero que por determinadas circunstancias no pueden tenerlo o se encuentran bajas de deseo y no les apetece tener relaciones, y no por ello podrían categorizarse como asexuales. Para muchos, la asexualidad es una orientación sexual y los que se consideran como tales afirman que son así desde niños. De hecho, la asexualidad no es algo nuevo, ha existido desde siempre, e incluso hay investigadores que aseguran que también se produce en otras especies animales.
Las personas asexuales pueden sentir cierto deseo sexual, incluso masturbarse. Lo que pasa es que la frecuencia y la necesidad suele ser menor. Hay personas que tienen sexo sólo por complacer a su pareja, pero no por necesidad personal. No rechazan el sexo, pero no sienten esa atracción sexual que se presupone en una relación de pareja. Eso no quiere decir que sean personas que no sientan la necesidad de experimentar afecto, sino que tienden a manifestar su amor de otro modo, en forma de ternura, amistad e intimidad al margen del sexo. Por ello, para muchos asexuales la personalidad y la vida interior adquieren un valor más importante.

 
 
 

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